
Y lo mejor de todo es que no es descabellado. Viendo que los netbooks son una gran parte del objetivo de Windows 7, era casi impensable que Microsoft fuera a obligar a sus usuarios a comprar una unidad DVD externa, a la hora de instalar la próxima versión de Windows en sus miniordenadores.
Por ello hace unos dias ley en diversos sitios de Internet que Microsoft planea ofrecer una edición de Windows 7 grabada en un disco USB. Un pen-drive de los de toda la vida, vaya. No olvidemos que es un rumor sin confirmación oficial, pero que tiene bastante fuerza.
¿Por qué tiene especial sentido esta manera de distribuir Windows? Porque pocas netbooks tienen unidad óptica en la que insertar un DVD, y todos conocemos el engorro que supondría descargar la ISO, sobre todo en lugares donde la ‘banda ancha’ es una utopía. Por ello un simple pendrive desde el que bootear la máquina e instalar el sistema operativo resolvería todos los problemas, y haría llegar al sistema operativo de Microsoft a lugares inimaginables.
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